Juan Ramón Jiménez junto a Zenobia Camprubí, se
exilian de una España desquebrajada por Guerra. Marchan hacía Florida y se
establecen en Coral Gables, ciudad fundada por George Merrick, un espacio que
evoca en el nombre de sus calles a ciudades y monumentos españoles. Un juego de
calles rectas, de casas unifamiliares, que apenas pueden verse entre la espesura
de los árboles. Allí vivirán desde el 29 de enero de 1939 y escribirá Romances de Coral Gables (1939-1942). Se
publicó por primera vez en mayo de 1948, en la editorial Stylo de México, por
dos exiliados españoles Francisco Giner de los Rios y Joaquín Diéz Canedo. Este
libro se escribió íntegramente en América. En estos poemas podemos leer el
estado de ánimo del poeta, en ÁRBOLES HOMBRES, nos dice:
La soledad era eterna / y el silencio inacabable./ Me detuve como un árbol/ y oí hablar a los árboles.
La soledad era eterna / y el silencio inacabable./ Me detuve como un árbol/ y oí hablar a los árboles.
El último de los poemas del libro LIBRE DE LIBRES:
¡La vida, la viva vida / de un ascua, sin consumirme!
/ Que yo lo aspirara todo / en mi combustión sublime.
Sangre incandescente y llama / blanca y azul,
donde insigne / se hiciera todo, contento / de ser el fiel combustible.
¡Qué final! Este sería / el ser de todos los
fines; / todo quedándose en mí, / y yo con todo, ascua libre.
Libre de libre, presencia / de todo lo contenible.
/ Un día, al fin, todo limpio, / un día libre de libres
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