domingo, 31 de julio de 2011

Miguel de Unamuno

Nació en Bilbao en 1864. Estudió Filosofía y Letras en Madrid, en cuya universidad se doctoró. Catedrático de Griego en la Universidad de Salamanca, en 1901 se le nombró rector de dicha universidad. Al igual que sus coetáneos ocupó gran parte de su tiempo libre en viajar, conocer la Península y en especial España. Unamuno no escribió un libro de viaje sino una serie de artículos, crónicas y poemas donde expone su visión de España y Portugal. La explica a lectores hispanoamericanos, al ser publicados la mayoría de sus crónicas en La Nación, Caras y Caretas y en La España de Buenos Aires, los menos se insertaron en los diarios españoles El Sol y El Imparcial. Utilizó tanto la poesía como la prosa para decir lo que ve y lo que siente.

Al igual que Azorín y Zozaya, España estará constantemente presente en su obra, pero no con la viveza de sus crónicas y poemas de viaje. Si en sus novelas y ensayos, apenas describe el paisaje, es en sus viajes donde Unamuno utilizará este recurso y lo adereza con datos históricos, sociológicos y deja que sus ideas se vayan transformado en ciudades, pueblos, ríos, plazas, calles...
   
 El primer libro que dedica a la descripción es Paisajes (1902) pero es en su segundo libro De mi país (1903) en donde contrapone el paisaje castellano y el vasco. 


Las excursiones realizadas entre 1906 y 1909 las recoge en su primer libro de viajes, en el que reúne una serie colaboraciones en la prensa argentina y española, Por tierras de Portugal y España (1911) doce artículos dedicados a Portugal y lo portugués y catorce a España y lo español. Las crónicas no sólo describen las ciudades, los grandes pueblos, ríos, intelectuales, artistas... sino que lo mezcla en un todo intertextual, donde lo que domina es la idea sobre el texto


Su cuarto libro, último publicado en vida, Andanzas y visiones españolas (1922) registra artículos de excursiones realizadas entre 1911 y 1922, especialmente por España, aunque hay alguno que hace referencia a “Coimbra” y otros se refieren a los Estados Unidos y Francia, son viajes que recorren la mitad norte Peninsular. Azorín dice que “Páginas hay en Andanzas en que se percibe con profunda emoción todo el ambiente tradicional y severo de las pequeñas ciudades españolas. [...] El paisaje de Unamuno se halla impregnado de espiritualidad, casi no son paisajes, casi no vemos lo que pretende pintar el autor. Vemos el colorario moral, místico muchas veces, que el autor apoyándose en las ciudades, en los bosques, en las montañas...”.
    
Su último libro de viajes, el quinto, es una recopilación de textos diseminados en diferentes Publicaciones periódicas y que no se incluyeron en ninguna de las colecciones anteriores, fue realizada por M. García Blanco y editada con el título Paisajes del Alma (1979) la mayoría de estos artículos son posteriores a 1922 a excepción de “Pompeya” fechado en 1892.
    
Se enfrentó a la dictadura de Miguel Primo de Rivera y del rey Alfonso XIII, por ello se le deportó a la isla de Fuerteventura en 1923. Escribió, en esa isla y posteriormente en París donde fue llevado por el gobierno francés, De Fuerteventura a París: diario íntimo de confinamiento y destierro vertido en sonetos (Paris, 1925) en dicho libro no sólo describe la isla que le cobijó durante unos meses, sino que lanza ataques casi panfletarios contra el dictador y el rey, del primero dice que es “Añoso ya y tonto de capirote” y del segundo que “... el seso tiene de sustancia enjuto”. Regresó a España en 1930. Al instaurarse la II República en 1931 se le nombró rector de la Universidad de Salamanca. Al inició de la Guerra Civil tomó partido por los sublevados, por miedo al comunismo, poco después pronunció una conferencia en la que se desdijo, lo que le costó la destitución de todos sus cargos públicos. Murió en Salamanca en 1936


Elias Amézaga recoge las colaboraciones en los diarios en Prensa de Juventud. Madrid, Compañía literaria, 1995. Los textos que se publican son los enviara, entre los quince y veinticuatro años, al El Noticiero de Bilbao,en donde firmaría con diferentes pesudónimos como: Baserritar-bat y Perú el aldeano
Recopilación de diferentes artículos en Madrid, Castilla, Visor, 2001(Letras madrileñas contemporáneas.Con prólogo de Jon Jauristi. Nos acerca a la particular visión que de lo castellano y lo madrileño, intercalando algún artículo sobre el País Vasco




ESTUDIOS







Los materiales que forman este libro tienen como origen la tesis doctoral presentada en la Universidad de Alicante en 1988, con el título Los libros de viajes de Unamuno o el anhelo de un viajero.

"La única literatura que se había dedicado a recorrer el país fijado su atención en las costumbres y los paisajes había sido la literatura extranjera... Los costumbristas españoles limitan su producción a la crítica de los extranjero sin aportar nada a la visión intrahistórica; algo de esa nueva orientación podemos vislumbrar en Somoza y Alarcón..." p. 19-20. Miguel de Unamuno, excursionista y viajero destacado recibe influjo de la Institución Libre de Enseñanza en el apartado de aprecio por los místicos españoles frente a los Austrias y la contrarreforma.




domingo, 3 de julio de 2011

José Luis Castillo-Puche

José Luis Castillo-Puche: un periodista viajero. [Por] Javier chivite Fernandez. Madrid, Fragura, 2009. (Druida).

Nació en Yecla en 1919. Sus primeras novelas las publicó en los años cincuenta, inicia su carrera literaria con Con la muerte al hombro, entre sus libros hay que destacar El libro de las visiones y apariciones, que fue uno de los más apreciados por la crítica y el público, Jeremías, el anarquista, El libro de las visiones y las apariciones. Y una novela sobre la vida de las tropas norteamericanas destacadas en las bases españolas. Paralelo 40 (1963).
  Viajó por África, América y España. Sus experiencias las publicó en los diarios y semanarios en los que trabajó. Se consideró, así  mismo, un viajero que le gustaba el riesgo le “encantaban los viajes, y aún los más catastróficos me sientan mejor que un frasco de vitaminas”. No sólo viajó por el mundo sino también lo hizo por España, sus crónicas las publicó en Pueblo, Ya y en El Español, como su recorrido por el Sudoeste español, en el que compara la isla de Tabarca con una “guitarra” de cuya caja “no sale música”, sino que su costa “tiene bellas ensenadas con playas de fina arena”, con esta crónica y la que hace referencia al “Levante murciano”, quiere dar a conocer a los turistas extranjeros y españoles, algunos parajes más exóticos de la costa mediterránea. Escribió Costa Blanca y la Luz (1964), una guía de viajes para la colección de Noguer “Andar y ver”.




América de cabo a rabo. [Dibujos de] Aurelio Madrid, Cid, 1959. 756 págs., 22 cm.

  Este viaje lo inició en 1957, con una propuesta que hizo al Director del Instituto de Cultura Hispánica, Blas Piñar, para recorrer América, le financiaron el viaje. Salió de Madrid rumbo a Río de Janeiro el 30 de junio de 1957 y regresó el 24 de agosto de 1958 vía San Juan de Puerto Rico. Recorrió América de Sur a Norte. Escribió su viaje en diferentes crónicas, que no ordenó ni publicó hasta su llegada a España. a instancias de Emilio Romero, director del diario Pueblo, proposición que aceptó. Dejó claro que eran impresiones “intuitivas e inmediatas”. Las crónicas del diario se iniciaron en Colombia.
    El libro como su viaje se inicia en Brasil. Su obra la organiza por países, cada capítulo hace referencia a uno de ellos, en primer lugar aparece un mapa y bajo él se registra: superficie, población, exportación, ciudades. Describe los lugares, las gentes que ve, mantiene una especial relación con los exiliados españoles. Describe las ciudades desde el punto de vista del viajero que quiere quedarse, se deja llevar por la intuición, así para él la ciudad de Lima, es una “suculenta ciudad, en la que no es tanto de admirar el balcón volado, la escalinata adornada con fantasías andaluzas, las rejas como cepos románticos, con la desperdigada melancolía de los barrios que acompañan al soñador Rimac, en sus soliloquios místicos y picarescos, con la fuerza intocable de lo puro criollo... Lima gotea voluptuosidad y destila algo más que obediencia en seguir impregnando todavía la manopla y el encaje: Lima refresca y orea constantemente vientos ciudadanos sin llegar a ser plebeyos.”

    Itinerario: Brasil, Urugay, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Guatemala, Puerto Rico, Estados Unidos, México.



   
El Congo estrena libertad. Madrid, Biblioteca Nueva, 1961. 206 págs., 18 h. de fot. b/n., 21 cm.


    Uno de los grandes conflictos africanos de finales de los años cincuenta y que terminó en 1960 fue la independencia de Congo Belga, esta guerra concentró uno de los mayores despliegues informativos occidentales en África. Castillo Puche, fue corresponsal del diario Pueblo, donde envió sus crónicas puntualmente hasta la finalización del conflicto en 1960, un año más tarde las recopiló y publicó en El Congo estrena libertad (1961). En el “Aviso a los lectores”, dice que es un libro de viajes, donde su experiencia se adorna con opiniones políticas y datos histórico-sociológicos. En el libro revive las imágenes de los soldados con las manos cortadas, las monjas con la cara pegada a la pared: el terror de los blancos. Cree que los libros de viajes son “flor de un día, compendio de instantáneas, sensaciones y tablado pasajeros.”

    Entre otras descripciones la de la ciudad de Brazzabille, la capital de la colonia y del estado independiente “A todo lo largo de las márgenes del Congo y entre colinas invadidas por hecatombes de árboles de todos los tamaños y colores, se reparte y prolonga, esta ciudad, en donde el gran edificio, el bello hotel, la soberbia iglesia y los modernos edificios públicos se alinean a lo largo de las avenidas, dando un poco la espalda a los multitudinarios barrios donde viven lo indígenas, entre cercas de alambre y tablas. El barrio negro principal de Brazzaville se llama Poto-poto que quiere decir barro o fango rojizo.”

    Itinerario: Douala, Brazzaville, rio Congo, Leopolville, Ruanda.

 Tierra de Campos: mas bien mares de tierra. Palencia, Diputación Provincial de Palencia, 1961. 30 págs., 16 cm.
   

Artículos en diarios y revistas

Nomadeando por el Sáhara español.
    En: El Español. Madrid. 2ª época, n. 238 (21-27 junio, 1953), págs. 32-38; n. 240 (5-11 julio, 1953), págs. 18-23; n. 242 (19-25 julio, 1953), págs. 18-24.
    Recorre parte del territorio español en África. Su viaje se inicia en Sidi-Ifni, describe la zona Sur del protectorado español, en los últimos años de la colonia, dice que su capital es como un “poblado [que] resulta bonito y, sobre todo pintoresco. Las calles parecen trazadas por un tasador árabe más bien rectas y esquinadas como fórmulas del Corán. Lo peor de todo son las cuestas que se deja uno el alma en ellas de tanto subir y bajar. Aparte de esto, la ciudad podría pasar por una estación de veraneantes, y si hubiera arbolado y un balneario con su “cura de aguas” podríamos creer que estabamos en Cestona”. Ifni parece significar “lo que era y no existe”, probablemente el agua.
    Trata de recorrer “El Aiun, Smara, Guelta de Zmmur, Villa Cisneros...”, se detiene en las ciudades del Sáhara como Villa Bens, que se encuentra cerca del cabo Juby. Intenta definir culturalmente a los habitantes del Sáhara, sus costumbres, sus supersticiones, hace especial mención de los “Halem”, sabios que conocen las tradiciones de las tribus y el Corán, “cada tribu tiene su Halem... la sabiduría de estos Halem está hecha de empirismo y superstición. No deja de ser curioso que entre los árabes todas las cosas tengan exactamente el significado opuesto al que tiene entre nosotros... Lo que para nosotros es de mal agüero para ellos es una señal afortunada. Por ejemplo: que entre ellos nadie dispare a un cuervo, porque es el más alegre mensajero del desierto”. Entre los animales del desierto, las cabras, las ovejas, destaca la importancia del camello, principal medio de locomoción, los describe como un animal raro, con fisonomía de inglés de club y andar enfático y presumido de hijo de faraones.
   
Vieja Tabarca: isla nueva del Sudeste.
    En: El Español. Madrid. N. 17 (9, febrero, 1963), págs. 6, 7.

    “Carreteras, senderos, pinadas, charcas, islotes en estas costas alicantinas, murcianas y almerienses están experimentando estos días la fiebre más desquiciadora de su historia. Ni fenicios, ni romanos, ni árabes pasaron por estas latitudes con tanta impaciencia, afán y celo como pasan hoy los compradores de tierras, los técnicos en complejos turísticos, los diseñadores de planes de urbanización.
    (...) Desde la amena y sonriente Santa Pola nos hemos internado por las laderas de una montaña hasta llegar casi al pie del faro...” (pág. 6).
   
Levante murciano: costa de la luz.
    En: El Español. Madrid. N. 22 (16, marzo, 1963), págs. 6-8.
    “Vamos a echar un vistazo a las playas de los pueblos mineros de Murcia. Aconsejo al viajero o al lector que no se precipite. Encontraremos más de un motivo de sorpresa.
    Muchas veces tendremos que ponernos la mano ante los ojos como visera. Y no tan sólo para no ser deslumbrados por este sol de la llamada Costa Blanca –que más bien, de San Pedro de Pinatar para abajo, tendremos que comenzar a llamarla Costa de la Luz, como ya la llama todo el mundo desde nuestro compañero Ismael Galiana la ha bautizado– sino también para poder pensar un poco con mayor comodidad.”

viernes, 1 de julio de 2011

Viajeros por Almeria

Almería vista por los viajeros: De Münzer a Pemán (1494-1958) [Por] José Domingo Lentisco Puche, M. Desamparados Martínez San Pedro..., Prólogo, Carlos García-Romeral Pérez. Almería, Instituto de Estudios Almerienses, Diputanción de Almería, 2007. 794 págs. (Instituto de Estudios Almerienses. Colección Historia, 13). Índices
La imagen de Almería ha cambiado a lo largo del tiempo, los acontecimientos históricos y el desarrollo de los medios de comunicación han permitido su el conocomiento de esta parte del Reino de Granada por parte de españoles y extranjeros. Su organización cronológica permite a los editores, mostrar al lector: la biografía del autor, fragmentos de la obra citada y una colección iconográfica, que representa ediciones del libro y  representaciones de la época que recoge el viaje.
La recopilación principal se hace de los autores extranjeros por España en el siglo XIX. Se mezclan  autores españoles y extranjeros, has 146 registos. Se han publicado diversas reseñas en la prensa local: El Ideal